Historia de las UAS
La Universidad Autónoma deSinaloa, ha sido un significativo soporte educativo cultural del estado y del
noroeste de México. Abrió sus puertas como Liceo Rosales el 5 de mayo de 1873
en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa por decreto del gobernador Eustaquio Buelna.
Por dificultades políticas en
1874 los poderes estatales se trasladaron a Culiacán y, con ellos, también el
Liceo Rosales, cambiando éste su nombre original a Colegio Rosales, pero
experimentando, a la vez, una interesante transformación en su oferta
educativa: diseñó y empezó a impartir carreras profesionales como la de
ingeniero agrimensor, topógrafo e hidrógrafo, abogado, contador (tenedor de
libros), químico (ensayador de metales) y profesor de educación básica.
La galería de sus notables alumnos,
maestros, investigadores y egresados ilustres es prolongada, entre los cuales
podemos enunciar a Eustaquio Buelna, Rafael Buelna Tenorio, Ruperto L. Paliza,
Epitacio Osuna, Ramón Ponce de León, Bernardo J. Gastélum, Genaro Estrada,
Solón Zabre Morell, Enrique Félix Castro, José Luís Ceceña Cervantes, entre
otro. Cada uno de los personajes ilustres señalados anteriormente, participaron
de manera determinante en el desarrollo educativo de nuestra Máxima Casa de
Estudio.
En 1874 se le denomina Colegio Rosales
y se ubica como la institución educativa superior más importante de Sinaloa,
trasladándose a la ciudad de Culiacán, al edificio emblemático que se encuentra
frente a la plazuela Rosales. Hacia fines del siglo X IX y principios del X X
recibe diversos nombres oficiales: desde Colegio Rosales, Instituto Rosales,
Colegio Nacional Rosales, entre otros.
Concluida la Revolución mexicana,
en 1918 el Colegio Rosales se transforma en la primera y original Universidad
de Occidente. El gobernador del Estado general Ramón F. Iturbe decreta en su
favor la autonomía con la finalidad de que la Universidad tuviera la capacidad
jurídica para decidir su proyecto académico, administrar su patrimonio y
autogobernarse, configurando así un caso pionero de reforma universitaria en el
país: bajo un visionario cuanto novedoso modelo de universidad regional, la
institución comprendió a los diversos niveles académicos: secundaria, normal,
bachillerato, educación para adultos y educación continua, carreras técnicas y
de licenciatura; desarrolló un ambiente de libertad de cátedra, derecho a la
educación y solidaridad con los amplios intereses sociales.
La Universidad de Occidente mudó,
en 1922, a Colegio Civil Rosales. Este se nutre del régimen de autonomía, del
ambiente de libertad y de la tradición académica de sus antecesoras.
En 1965 recibe la autonomía por
segunda ocasión y pasa a llamarse, como hasta el presente, Universidad Autónoma
de Sinaloa.
La Universidad Autónoma de Sinaloa constituye actualmente un
espacio educativo-cultural donde conviven armónicamente las diferentes
expresiones del pensamiento universal. El cultivo de la ciencia, la tecnología
y las humanidades se traducen en acciones académicas progresivamente vigorosas.
Al acercarnos a su historia, podemos comprender el compromiso con la academia,
la extensión de la cultura, el acrisolado sentido de solidaridad con el pueblo
y sus más nobles causas, como distintivos que a lo largo de decenios han
configurado el perfil y tarea de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Bajo el autoritarismo y la represión, entre 1968 y 1976, la comunidad universitaria de la UAS sufrió la peor época de desestabilización, agitación, radicalismo y violencia; a más de 4 décadas, la "mancha" histórica no ha podido ser borrada.
La mala noticia llegó rápido a Culiacán. Ese 2 de octubre de 1968 corrió como reguero de pólvora entre los universitarios la mala nueva que se transmitía por la radio: "soldados habían asesinado a un número no cuantificado de estudiantes, muchos más habían resultado heridos, y otro tantos desaparecidos". Era la matanza de Tlatelolco.
Esa tarde, en la capital del país se habían concentraron cientos de estudiantes de diferentes universidades del Distrito Federal en la Plaza de las Tres Culturas, para protestar por la represión del Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz hacia los jóvenes que exigían mayor libertad de pensamiento, cese al hostigamiento, la liberación de universitarios presos y el castigo a los cuerpos de policía responsables de las muertes de integrantes de los movimientos estudiantiles. El ataque militar que pretendía disolver la manifestación masiva hizo correr sangre sinaloense.
Carlos Antonio Beltrán Beltrán, pasante de Ingeniería Química del Instituto Politécnico Nacional, fue el primer estudiante originario de Sinaloa que murió en la masacre, según los reportes de la extinta Dirección Federal de Seguridad, cuyos expedientes de la llamada Guerra Sucia se encuentran en el Archivo General de la Nación en la capital del país.
En Sinaloa, donde cientos de estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa habían decidido apoyar la lucha que también tuvo repercusiones en la entidad, recibieron con desagrado la funesta noticia. El poder de organización, convocatoria y solidaridad de grupos sociales y estudiantiles, distinguía en los años 60 a los universitarios que planeaban hacer un homenaje a Carlos Antonio Beltrán Beltrán, pretendían velarlo en la UAS y luego pasear su cadáver por las calles de Culiacán.
El Oficial mayor de Gobierno del Estado encargado del despacho de la Secretaría General y del despacho del Gobernador visitaron a los padres del estudiante fallecido en los disturbios del 2 de octubre de ese 1968 y aconsejaron a los familiares no aceptar que el cadáver se exhibiera por los alumnos y evitar más agitaciones. El 4 de octubre, en el avión DC-47 de Petróleos Mexicanos llegó el cadáver a Culiacán; al día siguiente fue llevado el féretro al templo de El Santuario, a una cuadra del edificio central de la UAS, a donde acudieron alrededor de 20 estudiantes encabezados por el líder de los estudiantes Jesús Michel Jacobo "El Hitler", otrora fundador de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y que fue asesinado el 16 de diciembre de 1987 en Culiacán.
Él y otro estudiante trataron de cargar el ataúd pero los familiares se lo impidieron, señalan los informes de la DFS en el expediente 100-23-1-70, H61, L12, de la galería 1 del AGN.
Luego de la misa, el cuerpo fue llevado nuevamente a su domicilio, cerca de la parroquia, y a las 11:00 horas trasladado a Higueras de Abuya donde fue sepultado al mediodía, ya que era originario de esa comunidad. En vida, el estudiante había manifestado su intención de que ahí lo sepultaran si moría.
Herencia de los años 60
La década de los años 60 ha sido considerada la época en que la UAS se vio inmersa en un accidentado proceso democratizador impulsado por los propios grupos estudiantiles que, bajo el influjo de diversas transformaciones sociales, agitación política y búsqueda de espacios de libertad que se respiraban en todo el país, lograron heredar lo que hoy, a casi 5 décadas, disfrutan miles de estudiantes universitarios.
Poco conocen las nuevas generaciones de las batallas estudiantiles que en ese periodo se tuvieron que librar frente al autoritarismo, la cerrazón, la imposición, la represión y hostigamiento gubernamental hacia los jóvenes, que en su revolución ideológica llegaron a perder la libertad y hasta la vida en esa época crucial para la UAS.
La Federación de Estudiantes de Sinaloa fue el organismo estudiantil que aglutinaba la fuerza, el poder y la decisión de los estudiantes ante las autoridades universitarias, por ello, su dirección era la más codiciada por los grupos estudiantiles.
En esa época, el país vivía con intensidad posiciones políticas de izquierda con la presencia del Partido Comunista de México, que en la UAS encontró tierra fértil para cosechar adeptos y simpatizantes que luego se convirtieron en líderes de los diferentes grupos estudiantiles que se perfilaban bajo distintas ideologías.
Así, la UAS vio nacer y crecer grupos organizados de universitarios como el "Rafael Buelna", que fue dirigido por el extinto Fausto Burgueño Lomelí; la organización "Francisco I. Madero", y el "José María Morelos", que como mote fue denominado "Los Chemones" y cuyos integrantes eran jóvenes independientes que buscaban el progreso de la institución.
Otro bloque fue el integrado por la entonces Juventud Comunista, vinculada al PCM, grupo que fue conocido como "Los Pescados", que era formado por una asociación de estudiantes, maestros y funcionarios de la UAS.
En ese tiempo, la universidad fue también invadida por una ola de literatura revolucionaria, llegándose a inculcar en las escuelas de ciencias sociales, particularmente en la facultad de Economía, materias tabú como Marxismo, El Capital, Socialismo y Leninismo.
Igualmente cobraron fuerza ideologías derivadas de las transformaciones de otras naciones, las guerras, las invasiones militares, el muro de Berlín, la leyenda del "Che" Guevara, la guerra de Vietnam, la demanda de paz en el mundo, la Revolución cubana, el troskismo y hasta la revolución cultural de Mao Tse Tung con el maoísmo.
Me parece muy interesante el presente artículo, como interesante sería que las nuevas generaciones conocieran éste enriquecedor pasado para que la comunidad universitaria haga sus valoraciones sobre "real democracia y real autonomía". Además y con todo respeto observo que en este artículo se omiten sucesos de los años 80 's que también fueron muy interesantes en cuanto a la defensa de las Escuelas Preparatoria de la UAS su "autonomía y democracia"
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